En unas imágenes grabadas por la DGT, el coche que va detrás se ha propuesto adelantar al que tiene delante, sí o sí, pero cuanto más ímpetu le pone, menos se lo permiten. El primer coche le tapona el paso desde el carril contrario, y luego pisa la línea para no dejarle espacio, se niega a que le adelanten, hasta el punto que prefiere hasta salirse de la vía a esta zona de tierra. El vehículo que le sigue no se lo piensa dos veces, hace su misma jugada y le tapona el paso. La persecución termina con el turismo que iba delante, huyendo y cambiando de ruta.

Es una de las infracciones más llamativas captada por las cámaras de la Dirección General de Tráfico. Durante la semana que ha durado la campaña de vigilancia, en carreteras convencionales españolas, se ha denunciado a casi 25.000 conductores. La mayoría, como uno que grabaron a 187 kilómetros por hora, en una carretera con un límite de 100, por exceso de velocidad.

El siguiente mayor número de multas, más de 1.300, son de nuevo por ir sin cinturón. Un copiloto grabado en complicado escorzo, no lo tiene puesto correctamente y el que le lleva circula prácticamente por fuera de la vía durante demasiado tiempo.

Tampoco se sabe qué le pasaría por la cabeza a un conductor que, de repente, hace una 'pirula' para darse la vuelta en medio de la vía y por los pelos no se choca con el vehículo que tenía detrás. Despistes, adelantamientos temerosos y alcohol o drogas son otros de los motivos de más multas.