Ana Julia ha hecho tres declaraciones ante el juez. A diferencia de cómo se mostró durante la primera, absolutamente angustiada, poco después de ser detenida, en las siguientes no sólo no llora, ni se muestra compungida, sino que decide negarse a declarar.

Además, se muestra más erguida, sin responder a ninguna pregunta. Este martes hemos escuchado cómo después de matar al pequeño Gabriel, Ana Julia acudió esa misma tarde a casa de un amigo.

Lo hizo para después continuar con su gran mentira, preguntando al resto de vecinos si habían visto al niño.