Son malos tiempos para el producto estrella del otoño gallego: la castaña.

"Castañas hay pero no valen para el mercado, porque son muy pequeñitas", afirma María Fernández, recolectora de castañas.

Más del 80% de los castaños gallegos están afectados por la plaga de la avispilla. Este insecto que procede de China anida en los brotes de los árboles y seca sus hojas.

Con los árboles tan débiles las castañas contraen más enfermedades u hongos. La avispilla afecta a los castaños en época de floración. Por tanto, en otoño se encuentran así: con las hojas secas y tan debilitados que se resquebrajan.

Jose María llegó a exportar hace unos años 1 millón de kilos, sin embargo, ahora no llega a los 100.000. Por lo que apuesta por la lucha biológica.

"Se han hecho suelta desde la Xunta de una especie que es la 'Torymus Sinensis' que se alimenta de este insecto pero aún así no es suficiente", asegura Jose María Manso, dueño de 'Castañas Manso'.

Esto también se nota en el precio ya que este año la castaña se vende un 30% más barata. Un duro golpe para las comarcas productoras, donde se han llegado a recoger 20 millones de kilos y facturar 35 millones de euros. En cambio, ahora la cifra no llega a la mitad.