Las durísimas imágenes se producen cada año en las Islas Feroe. La matanza indiscriminada de calderones es legal y se produce varias veces al año: "Este año llevamos ya 10 matanzas. El año pasado en 24 matanzas lograron matar 1.671 ballenas. En lo que va de año ya llevan asesinadas 561 ballenas y 46 delfines" explica Ricardo Barrero, directo de Sea Shepherd España.

Cuando se detecta un grupo grande de cetáceos, los llevan a la costa, hacen un llamamiento a la población y todo el que quiera puede unirse a la cacería. Los activistas se hacen pasar por turistas para grabar las imágenes. Isabel, una española activista de Sea Shepherd, ha estado allí: "Hay niños pequeñitos de tres años que se suben encima. He visto como con cuchillos les sacan los ojos a las ballenas, con sierras de madera les sierran la mandíbula y se la llevan para jugar".

Una vez muertos, muchos acaban creando un cementerio marino. La carne de unos pocos se aprovecha para el consumo pero la ONG Sea Shepherd denuncia que ni siquiera esto puede justificar la matanza indiscriminada: "Ya desde los años 70 el propio Gobierno de las Feroe desaconseja que sus habitantes coman ballena por la cantidad de metales que va acumulada en la carne y que se considera niveles toxico para los humanos" explica Barrero.

Las Islas Feroe son parte del reino de Dinamarca, pero se considera un país autónomo. Para el Gobierno es una tradición, pero desde las ONG exigen que cumplan la normativa de la Unión Europea y pongan fin a las cacerías.