Un vídeo difundido en redes sociales en Francia está causando polémica: en él se observa a un conductor de autobús propinando una bofetada a un niño que cruzó sin mirar y provocó que el chófer tuviera que frenar de forma a brusca.

El conductor riñó al menor ante la imprudencia y él respondió gritándole que se callara, un comentario por el que el hombre acabó propinándole una bofetada. Por este motivo, el trabajador se enfrenta a una sanción disciplinaria por parte de la empresa pública de transporte.

La situación ha dividido a la opinión pública y ya son más de 300.000 personas las que han firmado una petición pidiendo que no sea sancionado. A pesar de ello son muchos los que piensan que la violencia no tiene justificación y, según la prensa local, la madre del menor ya habría presentado una denuncia contra el conductor.