La contaminación asola los océanos, que ven cómo sus aguas son invadidas por toneladas de plásticos que tardan décadas en degradarse.

Las especies marinas tienen que sufrir esta realidad y convivir con los desperdicios que los hombres y mujeres irresponsables arrojamos al agua.

El último caso que pone de manifiesto esta triste situación es el de una tortuga verde -Chelonia mydas- rescatada por la Fundación Mundo Marino en Argentina que lleva semanas defecando plásticos.

Los animales marinos confunden estos materiales con alimento, los ingieren y pueden llegar a morir si no se interviene a tiempo.

Esta tortuga verde se encuentra bajo supervisión veterinaria desde el pasado 29 de diciembre y su pronóstico es reservado.

"A través de placas radiográficas pudimos observar cuerpos extraños en su interior. Por eso, comenzamos un tratamiento con una medicación que favorezca sus movimientos peristálticos (movimientos del tubo digestivo) y que le permita eliminar lo que observamos en las placas", ha explicado Ignacio Peña, médico veterinario de la Fundación Mundo Marino.

El animal ha expulsado un total de 13 gramos de residuos plásticos como bolsas nylon, hilos y fragmentos duros

"No sólo existe riesgo de una obstrucción intestinal de tipo mecánica por la ingesta de plástico. La acumulación de elementos no nutritivos en los sistemas digestivos de estos reptiles marinos puede ocasionarles una sensación de falsa saciedad que los va debilitando paulatinamente", ha añadido Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino.

En mano de todos nosotros está poner nuestro pequeño granito de arena y contribuir para que esta situación no se agrave.