La deuda de 1.200 que pesaba sobre una mujer ha sido anulada por el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Badajoz. Según recoge 'Hoy', el tribunal ha desestimado la demanda de la empresa financiera porque la mujer acreditó que era analfabeta y no comprendió lo que firmaba.

Los hechos ocurrieron en julio de 2017, cuando la mujer firmó con una financiera un contrato para conseguir una tarjeta de crédito para comprar en unos grandes almacenes de la ciudad extremeña.

Meses después, la empresa le reclamó los 1.157 euros que, supuestamente, se había gastado. Sin embargo, el juzgado dictó que se trataba de una cláusula "abusiva" y rebajó la deuda a 966 euros. Una cantidad que la demandada también se opuso a pagar, recurriendo la sentencia.

Según el citado diario, durante el proceso el abogado certificó que la mujer había comenzado a recibir clases de alfabetización meses después de firmar el contrato con la empresa, por lo que, por entonces, no sabía leer.

Finalmente, el fallo ha desestimado la demanda de la financiera, aunque esta todavía puede presentar un recurso. La sentencia se ha apoyado en que la mujer no sabía leer y en que no hay una acreditación de que existiera un contrato entre ambas partes válido para un proceso legal.