La Justicia francesa ha condenado al Estado a pagar 500 euros a Salah Abdeslam, el único superviviente de los comandos que cometieron los atentados yihadistas del 13 de noviembre de 2015 en París. El motivo es que, estando en la cárcel, fue sometido a una videovigilancia ilegal las 24 horas del día.

La información la ha publicado el diario 'Le Figaro' y aparece en un libro de la periodista Elsa Vigoureux sobre Frank Berton, que fue el abogado de Abdeslam y presentó una demanda contra las medidas dictadas en junio de 2016 por Jean-Jacques Urvoas, ministro de Justicia por aquel momento.

El ministro decidió que Abdeslam fuera grabado tanto de día como de noche. Una medida que garantizaba la comparecencia ante la Justicia del único terrorista vivo. Berton, el abogado, recurrió alegando que el decreto incumplía la Constitución, que considera que la videovigilancia 24 horas al día afecta a los principios de privacidad y liberad individual.

El Tribunal Administrativo de Versalles y después el Consejo de Estado, en julio de 2016,rechazaron la demanda, aunque este último órgano determinó que los mismos argumentos podrían ser admitidos si se recurría por "exceso de poder". Finalmente, el tribunal exigió el pago de 500 euros a Abdeslam.

La decisión judicial tuvo lugar en julio de 2018 aunque ahora se ha conocido. El yihadista renunció a cobrarese dinero.