La Justicia ha comunicado este miércoles a María Salmerón, la mujer condenada a nueve meses de cárcel por desobediencia al incumplir la custodia compartida de su hija con el padre de esta -condenado a su vez a un año y nueve meses de cárcel por malos tratos-, que dispone de un plazo de 15 días como máximo para ingresar en prisión. Salmerón se había trasladado esta mañana al Juzgado de lo Penal número seis de Sevilla para conocer presencialmente el plazo concreto para su encarcelamiento.
Esta noticia supone un nuevo varapalo para la mujer y su familia poco después de que el Gobierno rechazase su petición de indulto "por imperativo legal". Salmerón ya había sido indultada en varias ocasiones, y reclamó de nuevo la medida de gracia tras la condena efectuada en 2020 por el juzgado de Sevilla. El Gobierno razonó su decisión al "tratarse de una persona reincidente y haber sido informado el indulto negativamente por el tribunal sentenciador".
Tal y como aseguró poco después la ministra de Justicia, Pilar Llop, en ese escenario ya no existía "margen" legal para autorizar el indulto, toda vez que dicha denegación oficial fue acordada después de que el Juzgado requiriese a María Salmerón para su ingreso voluntario en prisión, al entender ya "desestimada" esa petición de nuevo indulto. Se pone así fin, en principio, a la larga y difícil carrera judicial que ha tenido que realizar la mujer por respetar el deseo de su hija de no ver a su padre.
Recientemente, en El Intermedio, Miriam Ruiz, de 21 años e hija de Salmerón, defendió sin rodeos a su madre y lamentó que nadie escuchara su opinión cuando era más pequeña, dado que no solo la obligaban a ver a su padre; también, a vivir con él. "Fue la peor etapa", aseguró Miriam a Andrea Ropero, denunciando al mismo tiempo la "invisibilidad" que sufren los menores en este tipo de situaciones: "Nadie se preocupa por nosotros, a mí nadie me preguntó con nueve años con quién quería vivir".
"Mi madre lo único que ha hecho es respetar mi decisión, es protegerme y quererme. A la que tienen que condenar en todo caso es a mí. Era yo la que decidía no ir y ahora lo paga ella", zanjó Miriam Ruiz, criticando a su vez que su madre haya sido "maltratada por el sistema de forma continua todos estos años". Ya en esta entrevista tenía claro lo que iba a suceder tras el indulto denegado por parte del Gobierno: ahora le toca a ella luchar por las dos: "Estoy orgullosa por ella, por su lucha y por lo valiente que es".