El jurado popular ha declarado como culpables a los padres acusados de asesinar a sus dos hijos en Godella.

Así, los nueve miembros han considerado por unanimidad que María G. causó la muerte de los niños "sin posibilidad de defensa", mientras el padre, Gabriel C., a pesar de que ha contado con el voto favorable de dos miembros del jurado, también ha sido considerado como autor del crimen.

Ahora bien, todo el jurado ha coincidido en que la madre no era consciente de lo que hacía, ya que se le había diagnosticado esquizofrenia paranoide. Para el padre, la fiscalía pide 25 años de presión, con el agravante de parentesco, mientras que para la madre demanda el ingreso en un centro médico.

Durante la madrugada del 14 al 13 de marzo de 2019, Amiel e Ixchel, de tres años y medio y seis meses, fueron asesinados a golpes y posteriormente enterrados en el jardín de la casa de campo, que la familia ocupaba de manera ilegal.

Este miércoles, la Audiencia de Valencia dio por finalizado el juicio, después de que en sesiones anteriores el fiscal se reafirmara en su tesis inicial e insistiera en que los dos acusados "actuaron de común acuerdo, impulsados por sus creencias místicas".

En este sentido, la pareja de acusados compartía este tipo de creencias místicas-religiosas, llegando a afirmar que una secta perseguía y abusaba sexualmente de sus hijos. Asimismo, según el relato del Ministerio Público, tenían la intención de secuestrarlos.

En la otra parte, los abogados de los presuntos asesinos habían solicitado la absolución para sus representados. Concretamente, el padre culpa a su mujer, mientras ella ha alegado un brote psicótico, aunque admite que sí enterró a los pequeños.