Los dos acusados por el crimen de la Guardia Urbana, Rosa Peral y Albert López, agentes de la policía barcelonesa, han sido considerados culpables este lunes por el Tribunal del Jurado de la Audiencia de Barcelona de asesinar al novio de ella y también agente, Pedro Rodríguez.

Por ocho votos a uno en el caso de Peral y siete a dos en el caso de López, el tribunal popular ha concluido que ambos examantes son responsables de haberse confabulado para matar a Rodríguez, al que "drogaron o medicaron" y cuyo cadáver quemaron en el interior de su vehículo, que abandonaron en una pista forestal del pantano de Foix el día después del crimen.

En su veredicto, el jurado considera probado que los procesados "conjuntamente, o al menos uno de ellos con la anuencia y colaboración activa del otro", agredieron a la víctima "de forma violenta" y, "aprovechándose" de que se encontraba "enteramente despreocupada", eligiendo un momento en el que estaba "dormido o descansando" para impedir así que pudiera ejercer "defensa eficaz frente al ataque moral del que fue objeto".

El Tribunal del Jurado, que empezó a deliberar -incomunicado- el miércoles 18 de marzo a las 13 horas el objeto del veredicto, ha contestado a una lista de 27 preguntas sobre los hechos juzgados.

En la sala de Jurado de la Audiencia de Barcelona han estado presentes el magistrado presidente, Enrique Rovira, la fiscal substituta Elena Contreras, y los miembros del jurado, además de abogados substitutos, pero no los acusados.

Peral dio positivo en coronavirus, lo que ha motivado que Albert López, el fiscal del caso, Félix Martín, el abogado de la acusación particular, Juan Carlos Zayas, y las defensas Olga Arderiu y José Luis Bravo, estén aislados preventivamente, si bien Peral y López han podido seguir la lectura del veredicto a través de videoconferencia.

Los dos acusados se enfrentan a peticiones de condena de hasta 25 años por asesinato con alevosía, por matar a Pedro Rodríguez en la casa que compartía con Peral, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), la noche del 1 al 2 de mayo de 2017 y quemar su cadáver en su coche en una pista forestal cerca del pantano de Foix.

Rosa Peral y Albert López han mantenido versiones contradictorias, se han acusado mutuamente del crimen en el juicio y se situaron a sí mismos solo como encubridores, y ella incluso dijo que supo que su pareja había muerto cuatro días después del asesinato.