La titular del juzgado de instrucción 2 de l'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ha archivado la causa abierta por el desahucio por error que sufrió una anciana de esta localidad de 97 años, al considerar que no se dan los ilícitos penales por los que se inició la denuncia.
En el auto de archivo, que se puede recurrir y que también deja abierta la vía civil para que la perjudicada pueda ejercer las acciones que considere oportunas, la magistrada reconoce que se incurrió en un "lamentable error", pero concluye que "ha quedado evidenciado que no hubo negligencia por parte de los actuantes" y que no hay "el mínimo indicio de comisión de hecho delictivo".
La anciana en cuestión, Rosario Bravo, fue desahuciada por error el pasado mes de febrero, mientras pasaba unos días en casa de su hijo, del piso en el que ha vivido durante más de 60 años, debido a un error de la comitiva judicial a la hora de identificar el inmueble, pues la orden de lanzamiento era para el ático primera, y no para el piso de arriba, el sobreático primera de Rosario.
La familia de Rosario presentó una denuncia por los presuntos delitos de prevaricación y aprobación indebida -por la desaparición de enseres de la anciana- y el pasado 4 de noviembre comparecieron ante la jueza el cerrajero y un representante de la propiedad, que declararon como investigados, y una procuradora y un gestor judicial, que lo hicieron en condición de testigos.
Tras tomar declaración a los investigados, varios testigos, así como con la información que consta en la denuncia y otras diligencias acordadas por el juzgado, el relato de los hechos es el siguiente: "Al llegar al edificio no hay identificación alguna de los moradores de ninguno de los inmuebles. El lanzamiento debe hacerse respecto el ático 1ª, y al subir al ascensor el gestor y la procuradora apretaron el botón que indica 'ático'".
"Al llegar ven una indicación con la letra "A", en el pie del rellano. A falta de más indicaciones, preguntan para acabar de cerciorarse a una vecina y les confirma la puerta del ático 1ª", prosigue. Al entrar al inmueble, la comitiva no encuentra a nadie en el interior de la vivienda, que presentaba "claros indicios" que nadie vivía allí, indica el auto.
A continuación, el cerrajero cambió el cerrojo, entregó las nuevas llaves a la administración de fincas y del inmueble se sacaron varios electrodomésticos "a fin de hacer inhabitable el piso y evitar, en la medida de lo posible, una nueva ocupación, al menos a corto plazo".
Sobre el destino de los electrodomésticos y enseres que la anciana echó de menos tras el desahucio erróneo -como joyas, un libro de memorias u objetos personales y familiares-, el auto recoge la declaración de uno de los investigados que aseguró que los objetos se dejaron en la calle "porque se dio la circunstancia que era un viernes y es el día que el Ayuntamiento hace recogida de muebles".
"Ninguno de los que ejecutaron en lanzamiento han negado el error, pero ningún elemento de los expuestos permiten afirmar la existencia del mínimo indicio de comisión de hecho delictivo. No solo porque se trata de un error de hecho (invencible en este caso), sino que aun si acogiera la tesis de la acusación que afirma que se ha incurrido en negligencia, los delitos denunciados no permiten su comisión imprudente", concluye la jueza.