La jueza que instruye el caso de la muerte del pequeño Julen tras caer a un pozo en Totalán (Málaga) ha dado por concluida la fase de instrucción del caso, concluyendo que el dueño de la finca en la que se encontraba la prospección fue quien la dejó abierta, según informa el diario 'Sur'. Por ello, entre otros aspectos, concluye que David Serrano habría cometido un delito de homicidio por imprudencia grave.

De acuerdo con el citado medio, la jueza recoge en su auto que la última vez que Serrano fue a la finca de Totalán antes del 13 de enero, día en que Julen se precipitó dentro del pozo, dejó al descubierto el agujero de la prospección.

Ese día, ambas familias planeaban celebrar una comida al aire libre en los terrenos donde estaba el pozo, que, según la magistrada, tampoco estaba protegido con las suficientes medidas de seguridad. Pese a saberlo, recoge el auto, Serrano no adoptó ninguna medida para evitar que alguno de los presentes se hiciera daño.

En este sentido, la jueza indica que tampoco ha quedado justificado que alertara a los presentes de la existencia del pozo, que no era fácilmente visible. A ello añade el hecho de que faltaran permisos para los trabajos que se ejecutaron en la finca, por lo que ve en los hechos un delito de homicidio por imprudencia grave.

En su declaración ante la jueza, Serrano aseguró que había tapado el pozo en cuanto se hizo, como puedes ver en este vídeo:

Ahora, finalizada la instrucción, se abre un plazo de diez días para que las partes soliciten la apertura del juicio oral o pidan el sobreseimiento de la causa.