La titular del Juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla, que investiga la causa por el brote de listeriosis producido este verano, ha ordenado la destrucción de toda la carne incautada a la empresa Magrudis.

Se estima que esta podría alcanzar los 6.000 kilos de producto, según el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, cuya destrucción deberá llevar a cabo el Ayuntamiento de Sevilla.

El gerente de la empresa y dueño 'de facto' de la misma, José Antonio Marín, y su hijo Sandro, dueño legal de la empresa, se encuentran en prisión provisional como presuntos responsables del brote, que se cobró tres muertes, provocó varios abortos y dejó más de 200 afectados.

Sus defensas han recurrido el auto dictado por la magistrada el jueves pasado que dictaminaba su ingreso en prisión provisional, mientras que el otro hijo de Marín, que también había sido detenido, quedó en libertad provisional con la obligación de comparecer en el Juzgado los días 11 y 25 de cada mes.

La jueza considera que los dos detenidos que permanecen en prisión habrían cometido un presunto delito contra la salud pública en concurso ideal con tres delitos de homicidio por imprudencia, dos delitos de lesiones al feto con resultado de aborto y lesiones por imprudencia grave.