La titular del juzgado de instrucción número 1 de Lugo, Pilar de Lara, ha dictado un auto en el que prohíbe a los dueños de una perra gravemente herida tras caer al vacío desde un piso, acercarse al animal a menos de 500 metros, les quita la guarda y custodia y les imputa un delito de maltrato animal.
"El que maltrata a un animal también despliega su instinto agresivo contra una mujer, hijos, ancianos o personas que considere inferiores", sostiene la jueza en el auto.
La pareja imputada ha asegurado que la caída de la perra se produjo de forma accidental, cuando no estaban en casa, y ha defendido que tratan a sus animales como los "hijos" que no tienen, hasta el punto de que se dirigían a la perra, que se llama Catalina, con el apellido de la familia.
El abogado de oficio que se ha hecho cargo de la defensa de la mujer asegura que el cariño de la familia hacia la perra es evidente, porque su clienta se "puso a llorar" cuando le notificaron la orden de alejamiento.