El nuevo perfil de los que sufren esta adicción son personas jóvenes, universitarios, entre 25 y 44 años. Un jugador de póker reconoce que "la media que puedo intentar ganar al mes es de entre 3.000 y 4.000 euros, inviertiendo unos 10.000 euros al mes".

Lo que más encgancha son las apuestas deportivas y el póquer. Desde la entrada en vigor de la ley se han multiplicado sus ingresos y con ellos los ludópatas. Carlos Rodríguez, miembro de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados explica que "todavía puede aumentar más, porque la juventud se engancha a los casinos online y es sangrante".

En algunos centros de rehabilitación se han llegado a duplicar los pacientes. La razón del aumento de la demanda de este tipo de juegos estriba en que es mucho más accesible y, por lo tanto, más peligroso. Se puede hacer desde un móvil, tableta u ordenador y los jugadores pueden pasar horas enganchados. Rodríguez añade que "un chico joven se mete en su casa y no tiene ningún problema, porque nadie le ve".

También ha aumentado la cantidad apostada, ahora se invierte un 70% más de dinero. En el año 2012, el póquer ha llegado facturar 952 millones de euros, 861 millones en apuestas deportivas, 371 millones en casino y 24 en bingo.

El aumento en el número de usuarios registrados es llamativo durante el año 2012. En mayo, antes de la entrada en vigor de la ley, había 200.000 jugadores y, a partir de junio, la curva se dispara hasta superar el millón de usuarios.

La reforma de la ley no convence ni a psiquiatras ni a asociaciones de ludópatas. Creen que se debe limitar la cantidad de anuncios de apuestas y llevar a cabo una labor preventiva como se hace con el alcohol o el tabaco.