Jubilados y pensionistas llevan varios días durmiendo en el suelo y cuentan: "Esto nunca lo habíamos imaginado, pensábamos que íbamos a acabar aquí nuestros días".

Atrincherados en lo que para algunos es algo más que un lugar de reunión, porque tienen "recuerdos" allí que son parte de su vida. Hay concentraciones a pie de calle y encierros diurnos y nocturnos para evitar que los más de 5.000 socios de ese centro de mayores sean desalojados.

Se trata de un edificio que lleva 30 años siendo la Asociación de Jubilados de Romo, en Getxo, pero ahora el Ayuntamiento lo quiere derribar para construir vivienda nueva y trasladarlo a otro espacio sin jardín y con una superficie cinco veces menor que la actual.

Desde el Ayuntamiento aseguran que pretenden evitar que se dupliquen servicios y de ahí la razón del traslado. Sin emabrgo, los jubilados protestan afirmando que detrás de esto hay un interés inmobiliario en el que ellos terminan siendo los únicos afectados.

"Es indecente que el municipio nos niegue el pan y la sal", protesta Rafael Martín, presidente de Nagusien Etxea. Aún así, seguirán luchando para que no les arrebaten su segundo hogar.