El joyero de Carmona (Sevilla) Francisco Cintado, cuyo cadáver habría sido descubierto atado y amordazado en el interior de su negocio, habría fallecido como consecuencia de múltiples "golpes" recibidos a manos de los presuntos asaltantes de su establecimiento, según las fuentes, según las cuales el la Guardia Civil habría incorporado a la investigación a su Equipo Central de Inspecciones Oculares, desplazado desde Madrid.
Mientras el juzgado de Carmona encargado del caso ha ordenado el secreto de sumario sobre la investigación del crimen, según han informado fuentes de la Guardia Civil, las pesquisas han sido trasladadas desde el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Carmona a la Unidad Orgánica de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, según el Instituto Armado.
En paralelo, y según otras fuentes consultadas, la Guardia Civil habría movilizado desde Madrid a su Equipo Central de Inspecciones Oculares, al objeto de "reforzar" el despliegue destinado a la identificación y localización de los presuntos autores de los hechos, toda vez que en la investigación mediaría un testigo que habría visto a tres personas abandonar el establecimiento del joyero, acarreando bolsas con ellos.
Estas personas, a quienes se les atribuye nacionalidad rumana, habrían abandonado la escena del crimen a bordo de un vehículo de color azul, toda vez que el hermano de la víctima mortal del crimen, también dedicado a la joyería y con un establecimiento en Carmona, habría sido objeto de intentos de robo.
En cualquier caso, Francisco Cintado deja una esposa y dos hijas, siendo honrado mediante una concentración silenciosa celebrada este martes ante el Ayuntamiento, donde la ciudadanía de Carmona ha mostrado su apoyo a la familia del joyero y ha condenado el crimen.