En 2008, un joven belga de 20 años murió de manera sorprendente tras haber comido un plato de espaguetis. No obstante, un estudio realizado por el Journal of Clinical Microbiology recogido por Gimozo ha hecho públicas las causas de su fallecimiento: en el plato, que llevaba cinco días fuera de la nevera, se había contaminado por la bacteria Bacillus cereus.

Tras la ingesta, el joven tardó tan solo diez horas en morir. A los 30 minutos comenzó a sentir dolor abdominal, de cabeza y nauseas. Finalmente, falleció por una necrosis hepática y signos de pancreatitis aguda.

Este microorganismo, que causa el llamado 'Síndrome del arroz frito', aparece en alimentos ricos en almidón (arroz y pasta) cuando están mucho tiempo a temperatura ambiente. Sin embargo, sus toxinas desaparecen si la comida se mantiene en la nevera.