Una joven australiana residente en Reino Unido, Natalie Kunicki, casi muere por un derrame cerebral producido al estirarse el cuello cuando estaba viendo una película con un amigo en su casa, según informa el Daily Mail.

"Ni siquiera estaba intentando crujirme el cuello. Me acabo de mudar y ha ocurrido. Me estiré el cuello y pude oír como hacía 'crack, crack, crack'", explicó a este medio. Y añade: "Mi amigo me preguntó si eso era mi cuello, pero todas mis articulaciones hacen esos ruidos, así que no le si importancia y me reí".

El suceso ocurrió al poco tiempo de volver de fiesta y comenzar a ver una película en casa. La joven no dio mucha importancia al crujido cuando lo escuchó, pero 15 minutos después se levantó para ir al baño y cayó desplomada porque no podía mover su pierna izquierda.

Fue entonces cuando la trasladaron de urgencia al hospital y le informaron de lo que había pasado: le había reventado la arteria vertebral, una de las principales arterias del cuello. Este hecho le provocó un coágulo que derivó en un accidente cerebrovascular (ACV).

"La gente necesita saber que incluso si eres joven, algo tan simple como esto puede causar un derrame cerebral", afirma Kunicki.

Los cirujanos tuvieron que someterla a una difícil operación para reparar la arteria dañada con un stent, y aunque no consiguieron eliminar por completo el coágulo de su cerebro, sí explican que se disolverá en un tiempo.

Tras la operación, la joven había perdido movilidad en las extremidades de la parte izquierda del cuerpo, pero con los ejercicios de recuperación está evolucionando favorablemente y, según cuenta al diario inglés, espera volver a trabajar dentro de los próximos seis a doce meses.

"Mi caso fue uno en un millón, pero la rotura de una arteria vertebral es en realidad una causa bastante común de accidentes cerebrovasculares en los jóvenes", sentencia.