David Martínez, un joven español de 26 años, ha fallecido tras se apuñalado en el barrio londinense de Leyton. El suceso tuvo lugar en la calle Birkbeck Road, donde se trasladaron posteriormente los equipos de emergencia, que no pudieron hacer nada por la vida del joven.

David Martínez fallecía 40 minutos después del ataque, que se cree que tuvo lugar en una residencia cercana: "La víctima abandonó la escena antes de caerse en la calle. Se cree que la víctima y el sospechoso se conocían", ha explicado Scotland Yard, que además ha añadido que no se cree que se trate de un enfrentamiento entre bandas.

Los agentes creen que Martínez fue atacado con un cuchillo en un domicilio cercano, tras lo cual salió a la calle, que es donde fue encontrado herido tras darse la voz de alarma y donde eventualmente falleció.

Acudieron al lugar de los hechos la Policía, el Servicio de Ambulancias de Londres y la Ambulancia Aérea, se indica en el comunicado. Los agentes han informado a los allegados y, aunque todavía no ha concluido el proceso formal de identificación, están convencidos de que Martínez es la víctima.

El lugar de los hechos se mantiene como "escena del crimen" mientras continúan las labores de investigación y en breve se iniciará el examen postmortem. El comando de homicidios y delitos graves de la Policía londinense ha hecho un llamamiento a posibles testigos para que aporten detalles del suceso, que se suma a la oleada de crímenes con arma blanca que registra la capital británica y en general el Reino Unido.

Se trata de la decimoquinta víctima mortal de un ataque con cuchillo en Londres en lo que va de año. En 2018, hubo un récord de homicidios con cuchillos en el Reino Unido, con un total de 135, lo que llevó al Gobierno y también al alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, a poner en marcha varias medidas y considerar la epidemia un problema de "salud pública".

La primera ministra, la conservadora Theresa May, se reunirá próximamente con los responsables de seguridad y directores de las principales agencias públicas para abordar esta aguda crisis, que se considera consecuencia de factores políticos y socioeconómicos.

May ha sido criticada por la oposición laborista por negar que el aumento de la delincuencia juvenil esté vinculada a los recortes por las medidas de austeridad en los últimos años, que llevaron a una reducción de los agentes de policía en servicio y al cierre de centros cívicos, entre otras cosas.

Como iniciativas para afrontar el problema, el Ejecutivo ha destinado 200 millones de libras (233 millones de euros) a un fondo para jóvenes, ha encargado un estudio sobre el posible vínculo entre las drogas y el aumento de los ataques y prepara cambios en la ley para aumentar las penas para los ataques con cuchillos y con sustancias ácidas.