El estudiante, de 30 años, se puso un traje de Spiderman y dijo a sus compañeros de piso que iba a tomarse un selfie desde la azotea del edificio de cinco plantas.

Después se descubrió su cuerpo en la acera, con una grave herida en la cabeza y hemorragia intensa.

La Policía y el personal de la ambulancia transportaron al joven a un hospital cercano, donde lo declararon muerto a su llegada.

En la azotea la Policía encontró su móvil configurado con un autodisparador y montado en un trípode, por lo que sospechan que se estaba tomando un selfi de pie o colgado del borde de la azotea.