El joven de 23 años que murió ahogado este sábado en el embalse de Navacerrada no sabía nadar y tampoco sus amigos, que habían bebido alcohol antes, según fuentes de la investigación citadas por Europa Press.

El fallecido se encontraba cerca de las 23:45 horas del sábado junto a otros cuatro chicos en una de las orillas del embalse, donde está prohibido el baño. El joven se adentró en el agua unos pocos metros y se sumergió, hasta que poco después sus compañeros dejaron de verle.

Pocos minutos después, una dotación del Grupo Especial de Rescate en Altura del Cuerpo de Bomberos (GERA) de la Comunidad de Madrid lo rescató a tres metros de la orilla e inició las labores de reanimación, que luego continuó el Summa-112 durante una hora, sin éxito. Tras confirmarse el fallecimiento del chico, un psicólogo del Summa ofreció apoyo a sus amigos.

Según las primeras pesquisas, el joven podría haber quedado atrapado en el fango del pantano, que cubre a los pocos metros por un desnivel de agua. Además, como sus amigos tampoco sabían nadar no pudieron salvarle. Habían acudido a la zona para beber alcohol y refrescarse ante las altas temperaturas.