El pasado viernes, los empleados del servicio de limpieza del Ayuntamiento de Madrid se quejaron porque los uniformes que llevan están hechos de poliéster, un derivado textil del plástico y un material que no es el más adecuado para soportar las altísimas temperaturas que ha traído esta última ola de calor.

Una queja que vino acompañada de una trágica noticia horas después: un trabajador de la limpieza de 60 años moría el sábado por la tarde tras un golpe de calor en Madrid.

Una dotación de Samur Protección-Civil encontró al hombre inconsciente con una temperatura corporal de 41,6 grados. Le trasladaron al Hospital Gregorio Marañón, donde falleció finalmente.

Dos días después del suceso, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha echado balones fuera y ha descargado de responsabilidad al Ayuntamiento por los hechos: "No es un trabajador municipal, sino de una empresa", ha dicho, en referencia a que se trata de una contratista con el Consistorio; razón por la que, para Almeida, sus condiciones competen a la dirección de Trabajo del Ministerio de Yolanda Díaz.

Justo el viernes anterior Almeida se había comprometido a tratar ese tema con la empresa contratista al conocer la queja de los trabajadores sobre los uniformes.

Por su parte, Díaz ha asegurado que el ministerio de Trabajo ya se había puesto en contacto con la empresa para que velaran por una buenas condiciones de trabajo. La empresa contratista no se ha pronunciado al respecto.

Medidas insuficientes

Almeida asegura que desde el Ayuntamiento han "instado a las empresas a que hablen con los sindicatos para flexibilizar los horarios de trabajo".

Pero la oposición en el Consistorio considera que son medidas insuficientes. Rita Maestre, concejala y portavoz de Más Madrid, ha exigido que "ningún trabajador que dependa de los presupuestos del Ayuntamiento de Madrid esté en riesgo por ejercer su trabajo".

También han criticado a Almeida Ignacio Benito, del PSOE, quien asegura que el Ayuntamiento tiene mucho que decir. Desde Podemos, Carolina Alonso ha dicho que el Ayuntamiento es "respondable" de que las empresas con las que contrata cumplan con el estatuto de los trabajadores. Además, y según recoge El País, el hombre tenía un contrato de un mes y le había cambiado el turno a un compañero el día que falleció.