Keith LaMar es un reo afroamericano que está esperando su ejecución en una prisión de Ohio. "Es imposible no sentirse triste. Soy afortunado de estar vivo", recita este preso desde el teléfono del corredor de la muerte.

Sus composiciones forman parte del disco de jazz 'Freedom First', la primera grabación de un álbum en el que un grupo de música toca junto a este condenado a la inyección letal. "Si le das un micrófono se defiende mejor que cualquier otra persona, porque está literalmente luchando por su vida", explica el pianista Albert Marqués.

A Keith LaMar le condenaron a muerte hace 28 años por el asesinato de cinco prisioneros durante un motín carcelario. Él considera que le utilizaron como cabeza de turco en un proceso lleno de irregularidades. "El jurado popular son vecinos de los trabajadores de la prisión, todos blancos. Hay un componente racial que es muy importantemencionar", recalca Albert.

Este pianista catalán afincado en Nueva York confía en su inocencia y con este proyecto intenta reabrir el caso. Mientras, desde su celda de aislamiento, Keith LaMar asegura que la música jazz es lo que le mantiene cuerdo. "Es la medicina que tomo cada día. La música me hace sentir equilibrado y sano", confiesa Keith Lamar.

Durante el mes de febrero, el músico de Granollers seguirá reivindicando la libertad de Keith Lamar interpretando sus composiciones carcelarias en escenarios de Barcelona y Madrid.