Por primera vez en la historia, Japón ha dado a todos los ciudadanos diez días seguidos de vacaciones en honor a la abdicación del emperador Akihito y la sucesión al trono de su hijo el príncipe Naruhito.

Esta festividad, que normalmente dura siete días, se conoce como la Semana Dorada y continuará hasta el próximo 6 de mayo.

No obstante, el hecho de que la abdicación y coronación hayan coincidido en el mismo periodo de tiempo ha hecho que se amplíen los días libres.

"Normalmente las vacaciones de verano o las del fin del año son más largas que la Semana Dorada (aproximadamente nueve días no laborables). Es una locura que tengamos tantos días ahora", ha explicado a Eita Uchida, un oficinista de 24 años.

Durante más de una semana se celebrará el Día de la era Showa (29 de abril), el Día de abdicación (30 de abril), la ascensión al trono (1 de mayo), el Día en memoria de la Constitución (3 de mayo), el Día Verde (4 de mayo) y el Día de los Niños (5 de mayo).

Además, el 2 de mayo los japoneses también librarán por estar entre dos festivos y el 6 se compensará el festivo del domingo anterior.

No obstante, aunque todo parece ser felicidad, los expertos han augurado un futuro durante estos días no tan bueno.

Un investigador del instituto nipón NLI Taro Saito ha previsto consecuencias negativas para las fábricas debido a este gran parón y un importante descenso en los ingresos de los comerciantes.