Los investigadores del
caso Janet Jumillas barajan como hipótesis que la mujer acudió voluntariamente
al ático del acusado a reclamar una deuda y que después pudo haber una fuerte
discusión que acabó con su asesinato.
El cadáver descubierto
el martes por la tarde en El Prat de Llobregat (Barcelona) es de Janet Jumillas según ha corroborado mediante las huellas dactilares la policía científica.
Tras levantarse el secreto de sumario, han salido a la luz las imágenes de cómo su presunto asesino se deshizo de las pruebas tras cometer crimen. Las fotografías pertenecen a un vídeo que grabaron los Mossos d'Esquadra. En él, aparece Aitor G.P. tirando a un contenedor de basura varias bolsas en las que los agentes luego hallaron tres mochos ensangrentados, trozos de vidrio de las gafas de Janet y restos de su cabello.
Jumillas desapareció el 13 de marzo en Cornellà de Llobregat (Barcelona) y la policía catalana inició una investigación que cuenta con dos detenidos: el principal sospechoso de su homicidio -en prisión provisional desde el 9 de mayo- y otro hombre por presunto encubrimiento que está en libertad provisional.
Operarios de limpieza
hallaron el cuerpo en un descampado propiedad de un banco donde estaban
trabajando, en la calle Major, y avisaron a la policía antes de las 17 horas
del martes.
El cadáver estaba en un
agujero de 30 metros de ancho y cuatro de profundidad tapado con una manta y
agentes de investigación se dirigieron al lugar, donde ya empezaron a sospechar
que podía tratarse de la desaparecida, a la espera de que la autopsia
confirmara su identidad.
El Juzgado de
Instrucción 4 de El Prat dirigió el martes el levantamiento del cadáver y en
las diligencias participaron tanto la jueza, como la Letrada de la
Administración, la fiscal y el equipo forense, informó el Tribunal Superior de
Justicia de Catalunya (TSJC) el miércoles en un comunicado.
El principal sospechoso del homicidio de Jumillas, desaparecida el 13 de marzo de 2019, presuntamente
repintó parte de su piso, en el número 33 de la calle Ramon Sala i Massaguer en
Cornellà de Llobregat (Barcelona), para ocultar sangre.
Según un auto del
Juzgado de Instrucción 4 de Cornellà, Jumillas acudió a ese piso el día de su
desaparición, ya que estaba al lado de la oficina de la Agencia Tributaria de
Cornellà, donde tenía que hacer un trámite, y allí cerca aparcó su coche, y
allí, según la principal hipótesis de los investigadores, fue asesinada tras
reclamar una deuda.
Esa mañana envió un mensaje de voz a un sobrino manifestándole que había terminado la gestión y que
en media hora tenía previsto llegar a su municipio, Viladecans (Barcelona),
aunque nunca llegó, siendo esta la última de sus comunicaciones.
En el registro de la
vivienda, los investigadores descubrieron un pintado reciente en parte de la
vivienda y hallaron restos de sangre humana tanto en las paredes como en el
suelo, lo que lleva a presumir "como más que probable que fue en el
interior de dicho domicilio donde el investigado acabó con la vida de Janet
Jumillas".
Los investigadores que
seguían al investigado días después de la desaparición le vieron tirando unas
bolsas de basura a un contenedor, que fueron recuperadas, y en ellas había dos
mochos de fregona empapados en sangre, que se confirmó que era de Jumillas.
En esas bolsas de las
que se desprendió Aitor G.P. también había unas gafas rotas de la desaparecida
y un trozo de cuerda con cabello de ella, según los indicios que baraja el
juez. Asimismo, el juez tiene en cuenta
que el Aitor G.P. incurrió en "contradicciones y falsedades" al
declarar en calidad de testigo en comisaría una primera vez, antes de su
detención, el 21 de marzo, después de que los investigadores descubrieran que
era una de las personas que habían mantenido contacto presencial y por teléfono
con la desaparecida los días antes.
El sospechoso lleva en
prisión provisional desde el 9 de mayo como presunto autor del crimen, por un
presunto delito de homicidio con ocultación de cadáver, y de momento se ha
negado a declarar ante el juez.