Un barco de la Guardia Costera italiana con 170 migrantes espera que se le asigne a un puerto, después de que Italia haya pedido a Malta que se hiciese cargo y el Gobierno maltés lo haya rechazado con el argumento de que la isla de Lampedusa está más cerca.
El barco "Diciotti" se hizo cargo de los inmigrantes que habían sido rescatados por otros dos barcos de la Capitanía de Puerto cuando se encontraban en dificultad en aguas de Malta. El ministro del Interior, Matteo Salvini, ha criticado que "un barco de Malta había acudido a la zona, pero no prestó ayuda y se limitó a acompañar al barco a aguas italianas".
Por ello, ha pedido a la Guardia Costera italiana, que coordina las operaciones de búsqueda y rescate, que solicitase a Malta que se ocupase del desembarco de estos 170 inmigrantes, entre los que se encuentran 6 mujeres y 34 menores.
Tras el rescate, 13 personas tuvieron que ser evacuadas a la isla italiana de Lampedusa debido a problemas de salud. La organización Mediterranean Hope, que pertenece a la Iglesia evangélica, ha denunciado que las personas que se encuentran en la patrullera "Diciotti" "se encuentran fuertemente desnutridas y débiles".
El Gobierno de Malta ha contestado a la petición de Italia que "el barco con inmigrantes fue interceptado por la Guardia Costera italiana y barcos de la operación europea 'Themis' cuando se dirigía con seguridad hacia Lampedusa ejerciendo su derecho de libertad de navegación en alta mar".
"Los migrantes insistieron en que no requerían asistencia y que querían continuar dirigiéndose hacia su destino final, Italia. Por lo tanto, la Armada de Malta continuó vigilando el barco", ha agregado el comunicado del Gobierno.
Por tanto, "en caso de que las autoridades italianas consideren el evento como un caso de 'búsqueda y rescate', según las convenciones aplicables, el puerto de seguridad más cercano es Lampedusa", según el Ejecutivo maltés.
Ha añadido que "esto significa que el Centro de Coordinación de Rescate italiano no tiene ningún derecho legal para pedir a Malta que proporcione un puerto seguro para el último caso". Se trata de un nuevo pulso entre las autoridades maltesas e italianas con la excepción de que esta vez se trata de un barco italiano al que Italia estaría, por el momento, negando atracar en si territorio.