Los populistas italianos cargan contra los socios europeos que le afean su decisión sobre el barco Aquarius. Especialmente, contra España, sacando a relucir episodios del Gobierno anterior. "España defiende sus fronteras en Ceuta y Melilla disparando, cosa que yo nunca me permitiría hacer", ha apuntado el ministro de Interior italiano, Matteo Salvini.

También ha cargado contra Francia, refiriéndose al país como "ese pueblo tan bueno y solidario que su presidente cierra los puertos". Roma exige a París una disculpa oficial porque el partido del presidente Macron calificó de "vomitiva" su actuación, y ha llamado a capítulo al embajador francés.

"Nuestro historial de solidaridad, generosidad, voluntarismo y ayuda no merece ser pisoteado así. Quiero disculpas oficiales", ha apuntado Salvini. A Macron las críticas le llueven también dentro de casa, por no haberse ofrecido a acoger al 'Aquarius'.

Él reconoce que hay que implicarse más, y su ministro de Interior quiere limar asperezas con una 'minicumbre' con Salvini y Grande-Marlaska. Mientras siguen llegando agradecimientos a España -el último de la Unión Africana a través de un comunicado- el 'caso Aquarius' ha llegado ya al Europarlamento.

"Si Europa existe, que haga algo (con la inmigración) ahora o calle para siempre", ha exigido el titular del Interior italiano. Habrá que esperar a final de mes, al menos, para la propuesta de la Oficina Europea de Asilo.