Las autoridades británicas e irlandesas han dado indicaciones sobre el consumo de agua a sus ciudadanos que se encuentren o vayan a viajar a España ante el repunte de casos de contagio de un parástio intestinal asociado a piscinas y aguas recreativas.

Durante el último mes, dicen en Irlanda, "se han detectado niveles elevados" de este parásito -llamado Cryptosporidium-, que produce gastroenteritis, en turistas que regresan a casa desde España. Las autoridades irlandesas aseguran que hay cientos de casos y señalan a localidades como Salou como un foco de contagios. Este parásito estomacal provoca principalmente diarreas y dolor abdominal.

Desde Irlanda apuntan al agua de nuestro país y piden a los irlandeses que tomen precauciones: "Verifique si el agua del grifo está tratada; huélala para detectar el olor a lejía del color". También recomiendan no echar hielo a la bebida.

Pero no se trata solo del agua de beber, pues, según los expertos, las piscinas de los hoteles son el principal foco de los contagios de Cryptosporidiosis, como apunta Concha Gimeno, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

El parásito causa cuadros gastrointestinales leves, que pueden agravarse en bebés y en personas inmunodeprimidos, según apunta María Dolores Bargues, parasitóloga: "Tienen mucha más dificultad de superar esta enfermedad, se hace crónica y los síntomas son mucho más graves".

En España el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias señala que se ha detectado un incremento de los contagios y aseguran que se ha activado un grupo de trabajo por comunidades para vigilar este parásito.

Los contagios en España por este parásito casi se han cuadruplicado en los últimos nueves meses (más de 3.000 hasta el 19 de septiembre de 2023, frente a los 805 detectados en 2022), según han notificado las autonomías al Ministerio de Sanidad.