La Guardia Civil investiga tres crímenes similares que se llevaron a cabo con días de diferencia en Alicante y Valencia. Las autoridades creen que no ha conexión entre ellos pero sí consideran que es mucha casualidad que se repita el mismo patrón: tres mujeres ahogadas en una acequia.

El 6 de noviembre de 2020 encontraron en una acequia de Elche, en Alicante, el cadáver de Alicia. La estrangularon mientras sacaba a su perro por esa zona. Varios testigos vieron a un sospechoso con capucha y que caminaba con una ligera cojera.

Solo tres meses después, en una acequia de Valencia encontraron el cadáver de Florina, que también fue estrangulada. Los expertos calculan que falleció el día 8 de noviembre y la última vez que la vieron estaba subiendo a un coche conducido por un hombre.

A pocos kilómetros de allí, en la pedanía valenciana de Massarojos, un agricultor halló el cuerpo de Olga. Como en los casos anteriores, apareció en una acequia y con señales de estrangulamiento. Una situación por la que los vecinos de esta localidad han mostrado su preocupación.

Hay criminólogos que consideran que es mucha casualidad que se repitiera el patrón con pocos días de diferencia y a escasos metros de distancia. Es el caso de Paz Velasco, que ha explicado que "lo que se transmite en los medios de comunicación sobre los crímenes puede, en ocasiones, inducir a determinados sujetos a llevar a cabo ciertas similitudes".