En tan sólo un año, las muertes de ancianos en Japón se han duplicado, aumentando más de un 30% el maltrato hacia ellos. Desde el pasado julio y hasta septiembre más de 48 ancianos, han fallecido en la misma planta de uno de los hospitales de Japón. Las autopsias de los dos últimos revelan que habrían sido envenenados con desinfectante inyectado directamente en las bolsas de suero.

Las autoridades investigan los posibles casos de asesinato tras encontrar en los almacenes del centro numerosas bolsas perforadas y contaminadas con productos químicos con los que podrían haber asesinado a los más de 40 ancianos.

El ministro de Salud japonés muestra su preocupación sobre el aumento del maltrato de pacientes ancianos coincidiendo con la saturación de hospitales y las muertes 'repentinas' de un gran grupo de ancianos. Ante tal aumento de fallecidos y tras encontrar las pruebas en el centro, la Policía japonesa investiga el posible caso de asesinato y sospecha que el presunto asesino podría ser uno de los profesionales del centro.