Agentes de la Guardia Civil han tomado declaración como investigado a un vecino de Llanes, acusado de haber arrojado a un contenedor cuatro conejos y tres cachorros de perro de raza pointer, dos de ellos vivos.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 20 de junio cuando un viandante escuchó los gemidos de los animales en la basura, en el aparcamiento de la Playa de Toró.

Los servicios municipales rescataron a las dos crías que aún seguían vivas, de unos diez días de edad, pero éstas no sobrevivieron debido al mal estado en el que se encontraban: tenían marcas de golpes en la cabeza y morro.

Junto a los animales había dos bolsas de comida y mantas que han sido cruciales en la investigación. Tras una semana la Policía ha identificado a un hombre de 52 años como principal sospechoso de este maltrato animal.

Éste tenía una finca cerca de la zona donde albergaba perros de caza, gallinas y conejos, cuya raza coincidía con los arrojados al contenedor.

Además, se ha podido saber que el hombre había ofrecido días antes los cachorros a varios vecinos de la zona, ya que al parecer la madre había muerto al poco de parirlos.