La muerte de varios turistas estadounidenses en los últimos meses en la República Dominicana sigue rodeada de misterio, mientras las pesquisas, a las que se ha sumado el Buró Federal de Investigaciones (FBI), continúan su curso.

El último caso es el de Vittorio Caruso, quien falleció el pasado lunes 17 después de encontrarse mal durante sus vacaciones en la isla. Pero no es el único, porque Leyla Cox, de 35 años, falleció el 10 de junio por un infarto.

Su hijo se pregunta "¿cuántos americanos más van a tener que morir hasta que se haga algo?", pero el ministro de Salud Pública dominicano, Rafael Sánchez Cárdenas, dijo en rueda de prensa que el fallecimiento de Cox fue debido a su condición "premórbida", ya que sufría de cardiomegalia (corazón grande, era hipertensa y había sufrido varios infartos).

Joseph Allen, un estadounidense de 55 años, fue otra víctima mortal. Allen llegó a la isla el pasado 9 de junio para celebrar el cumpleaños de un amigo suyo. Tres días después comentó que se encontraba mal, por lo que decidió darse una ducha y acostarse. A la mañana siguiente, el personal de la limpieza lo encontró sin vida sobre la cama.

El pasado 31 de mayo las autoridades dominicanas informaron de la muerte, un día antes, del matrimonio estadounidense compuesto por Nathaniel Edward Holmes, de 63 años; y Cynthia Ann Day, de 49, en un hotel de la cadena española Bahía Príncipe Hotels & Resorts ubicado entre San Pedro de Macorís y La Romana, en el este del país caribeño.

Pero cinco antes, en un hotel de la misma cadena, murió la también estadounidense Miranda Schaup-Werner, de 41 años, aunque su marido confirmó poco después que había sufrido un infarto y su caso no fue revelado por las autoridades dominicanas hasta el pasado 5 de junio. El informe preliminar de las autopsias practicadas a los tres cuerpos concluye que murieron por complicaciones de salud, pero todos tenían los pulmones inundados.

Robert Wallace, John Corcoran, Jerry Curran, David Harrison o Yvette Moniquee Sport, son otros nombres que se suman a esta fatídica lista. Las autoridades dominicanas, que se mantienen herméticas en cuanto a las informaciones, siguen a la espera de los resultados de los estudios histopatológico y de toxicología para emitir el informe final sobre estas muertes que, según fuentes consultadas por Efe, ha llevado al Gobierno a crear una mesa de crisis para tratar el asunto.