La Guardia Civil investiga a cuatro menores en La Rioja, en el marco del 'Plan de convivencia y seguridad escolar', como presuntos autores en diferentes grados de participación de los delitos de abuso sexual a menor de edad, amenazas y descubrimiento y revelación de secretos. La investigación se inició tras la difusión en redes de un vídeo de índole sexual. Según ha dado a conocer en un comunicado el Instituto Armado, los investigados son un chico y tres chicas, con edades comprendidas entre los 15 y 17 años, de nacionalidad española y residentes en Cantabria y La Rioja.
La víctima de estos hechos es una niña de 14 años. Con ello se da por finalizada la denominada operación "Mystiko", iniciada cuando la menor de edad denunció ante la Guardia Civil la difusión, en una aplicación de mensajería instantánea, de un vídeo de contenido sexual, que ella misma había grabado y enviado a su expareja sentimental. Tras hacerse viral el vídeo, la joven empezó a recibir en sus redes sociales mensajes de su entorno escolar con insultos y amenazas.
Agentes del Equipo Mujer Menor (Emume), adscrito a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil en La Rioja, siguieron el rastro digital del vídeo y comprobaron la implicación de todos los investigados. La expareja sentimental de la víctima al recibir el vídeo lo reenvió a otros contactos, los que a su vez lo hicieron a otros e incluso a diferentes grupos de mensajería instantánea, por lo que las imágenes llegaron a ser conocidas por un gran número de alumnos del centro educativo donde la victima cursa sus estudios. Las actuaciones han sido puestas en conocimiento de la Fiscalía de Menores.'
Desde la Guardia Civil se aconseja, para prevenir delitos relacionados con el 'sexting', "evitar hacerse fotos íntimas o de carácter sexual, hacerse fotos de carácter erótico y/o compartirlas es casi siempre un error, y, en el caso de los menores puede ocasionar situaciones de chantaje o ciberacoso sexual o acoso en el entorno escolar (grooming o bullying)". A ello unen "no distribuir contenido sexual, redistribuir este tipo de imágenes de otras personas con el fin de perjudicarles se considera un delito de descubrimiento y revelación de secretos".
Además, "los padres deben crear un clima de confianza con los hijos para tratar estos temas e informarles de los riesgos y de las consecuencias que entraña facilitar datos personales o enviar fotografías y vídeos comprometidos a otras personas, incluso aunque sean sus amigos, ya que pueden perjudicar su honor". Se recomienda, igualmente, "que, si se es víctima de un delito en este ámbito no dudar en denunciar lo ocurrido ya que la sensación de "anonimato" que parecen tener los autores de este tipo de hechos no es real, lográndose en la mayoría de los casos auditar las comunicaciones que se realizan a través de la red".