Gabi Shull es una pequeña bailarina de ballet que cuya vida es una increíble historia de superación. A los nueve años le diagnosticaron un osteosarcoma que atacaba a su rodilla izquierda, pero ella no quiso abandonar su sueño.

Para acabar con el cáncer que amenazaba su vida, los médicos le amputaron la rodilla y sometieron a la niña a una novedosa cirugía.

A fin de que pudiera continuar con su sueño, decidieron que la parte de la pierna y tobillo de la pierna afectada que estaban sanos, serían ideales para proporcionar a esta bailarina la movilidad.

Por ello, giraron el tobillo 180 grados y se lo colocaron en el muslo. Así, cuando ella mueve el tobillo, éste ejerce de rodilla y mueve la prótesis que ella emplea para caminar y bailar.