Desde el 20 de abril, los inmigrantes nacionalizados tienen que contratar un seguro de salud privado si quieren conseguir la residencia para familiares en primer grado.

"Hemos recibido una gran avalancha de gente que viene a contratar el seguro para el tema de la renovación de la tarjeta de residencia", cuenta Luis Colmenarejo, director comercial de Segurfer.

Pero no sólo ellos se ven obligados a contratar seguros privados. También los que se quedaron sin tarjeta sanitaria buscan soluciones, entre ellas, acudir a las empresas de sanidad privada.

"He visto fotografías en un centro de salud público en las que, abiertamente, se recomendaba a los inmigrantes que se habían quedado sin tarjeta sanitaria, a contratar un seguro privado", explica Gabriel Tuesta, presidente de la coordinadora de inmigrantes Koin.

Desde el 1 de septiembre el Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha un sistema para que los inmigrantes sin derecho a tarjeta sanitaria puedan suscribir un convenio con la Sanidad Pública.

Una especie de seguro de cobertura básica más caro que uno privado. El convenio con la Sanidad Pública cuesta entre 60 y 157 euros al mes, dependiendo de la edad de quien lo suscriba.