Monique Van Rossum es fotógrafa, ella ha inmortalizado en un libro muchas las masías de la comarca. "La mayoría están abandonadas, no les gusta trabajar en el campo y no les gusta vivir en el campo", cuenta a laSexta.

Fue una de las primeras personas extranjeras que apostó por repoblar la zona. "A los extranjeros nos gusta el espacio, si vienes de una ciudad estás muy bien aquí", destaca.

No sólo vienen a vivir, sino a montar negocios. Es el caso de Paul y Erika, que si encuentran agua en el subsuelo establecerán un restaurante con habitaciones.

Octavio Serret, de la librería Serret, afirma que "vienen de fuera a repoblar lo que nosotros no somos capaces de tomarnos en serio".

David Suárez, de Country Property, asegura que "no se valora lo que se tiene". Él es el repoblador, hace de intermediario con los extranjeros que quieren venir a vivir en las masías de la zona. Ha traído a extranjeros de 30 nacionalidades diferentes.

"Creo que la gente descubre que en el campo también se puede vivir", declara Suárez.

El turismo rural es su puerta de entrada, como un hotel. Habitaciones, minimalistas, integradas en el entorno, con el único fin de perder la mirada en el infinito. Gloria Blanc, directora del Hotel Consolación, dice que el objetivo es lograr que la gente se sumerja "en lo verde".

Es lo que da pie a que muchos extranjeros se pregunten, ¿Y por qué no tener estas vistas desde el sofá de tu casa?