Mari Carmen lo intentó, pero su forma de proteger a su niña la ha llevado a prisión. Hace  nueve años, Mari Carmen roció con gasolina al violador de su hija y le prendió fuego cuando éste estaba en un bar disfrutando de su primer permiso penitenciario.

Fue condenada a nueve años de cárcel pero su pena fue reducida a la mitad por haber cometido el crimen bajo un trastorno mental ocasionado por la violación de su hija. Es lo que siempre ha alegado su abogado.

Mari Carmen se alejaba de los medios esta mañana al no soportar la tensión. Esperaban la resolución de la Audiencia Provincial de Alicante. Finalmente no ha suspendido ni aplazado su ingreso en el centro penitenciario de Fontcalent.

De nada han servido estos recursos ni la petición de indulto presentada anteayer por 26 entidades sociales. Su abogado seguirá luchando porque su estancia en prisión sea lo más breve posible.