No es la sequía ni la falta de lluvia: el origen del problema en los acuíferos de Doñana es la extracción excesiva de agua para el regadío durante más de cuatro décadas. Un estudio del Instituto Geográfico y Minero, dirigido por el investigador José Manuel Morillo, ha analizado la evolución de las precipitaciones en el parque nacional desde 1975 hasta 2017 y concluye que no ha habido una disminución relevante de la lluvia que pueda explicar la agonía de los corrientes de agua subterránea. "El principal problema es el exceso de extracción de agua para el regadío. Es muy elevado", asegura el autor del estudio. El bombeo de agua descontrolado para regar las áreas dedicadas a la agricultura es la principal causa de que Doñana se esté secando.

El estudio también concluye que para salvar la biodiversidad de Doñana habría que reducir hasta la mitad las extracciones subterráneas del agua. Esto significa no retirar los más de 110 hectómetros cúbicos que cada año se absorben del subsuelo de Doñana. "Habría que reducirlo unos 60 o 65 hectómetros cúbicos al año", concluye Morillo.

El técnico de SEO Birdlife, Carlos Molina, encargado de entregar las casi 150.000 firmas que hoy se han registrado en el Parlamento de Andalucía en contra de los planes de la Junta para Doñana, recuerda que no es una advertencia nueva y que ya en los años setenta se alertó de los peligros de un uso excesivo de agua para el riego: "Hace ya más de 40 años se alertaba de que las extracciones de agua de la época pondrían en riesgo Doñana".

El Gobierno comparte diagnóstico con el Instituto Geográfico y Minero. "Debemos reducir de forma muy importante la extracción de agua del acuífero si queremos dar una oportunidad a Doñana y que pueda seguir siendo el tesoro que todos queremos que sea", ha manifestado la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Entre las medidas que el ministerio va a poner en marcha están el cierre de pozos ilegales, la compra de terrenos con derechos de extracción y sustituir sistemas de regadío de aguas subterráneas por aguas de superficie. De hecho, desde 2020 hasta el pasado mes de abril, ya se han cerrado o están en trámite de ser cerrados más de 1.300 pozos ilegales.

Pero para Juanma Moreno la solución es construir pantanos y reprocha al Gobierno que no esté entre sus prioridades. El presidente andaluz propone terminar dos pantanos cuyas obras no han finalizado en la provincia de Huelva. Moreno ha criticado que el Gobierno "ha puesto ideología a los pantanos". "Ahora también son de derecha los pantanos y las obras civiles", ha ironizado.