Para la elaboración del informe, el procesado fue entrevistado en la enfermería del centro penitenciario de La Moraleja, en Dueñas, donde se encuentra en el programa de prevención de suicidios.

El informe fue elaborado por un médico forense judicial a petición del representante de su defensa con el objetivo de valorar si las secuelas padecidas a causa de un tumor cerebral de baja malignidad que padeció en su adolescencia habría podido influir en su comportamiento.

Respecto a los antecedentes psíquicos del acusado, de 35 años, el especialista señala que entre 2001 y 2002 padeció alteraciones adaptativas en todos los ámbitos de su vida debido al tratamiento con neurolépticos, aunque precisa que era "de carácter introvertido y con problemas de adaptación y de relación en su entorno familiar y escolar ya de bastante antes".

"No se encuentran en el examinado síntoma ni signos de patología psiquiátrica que le alteren sus capacidades cognitivas, intelectivas ni volitivas, siendo conocedor de sus actos y de las consecuencias que de ellos se derivan", concluye el perito judicial, para quien el procesado es "imputable".