El precio de los productos, incluidos los alimentos de primer necesidad, sigue subiendo, y esta inflación puede llegar incluso a afectarnos a la salud.

Lo advierten desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU): cuando se encarecen los productos, se antepone el precio a otro tipo de razones, como puede ser el impacto de los productos en la propia salud o el medioambiente.

Un cambio que ya se está notando, cuando muchos consumidores afirman que su tendencia ante la escalada de precios será la de buscar productos más baratos, incluso llegando a descartar los productos que se compran habitualmente, porque el precio ya no lo permite.

Ahora la mirada va directamente al precio que aparece en los estantes, antes que a la etiqueta del producto para conocer sus características.

Y aunque algunos opten por opciones como comprar más legumbres, arroz, y alimentos más económicos, los productos ultra procesados ganan peso en la lista de la compra frente a los frescos.

Esto es algo que ocurre cada vez más, como avisan los expertos en nutrición. Aunque haya cierta concienciación en lo que se refiere a nuestra alimentación, "hay que llegar a fin de mes", reconoce Mayka Carrillo, nutricionista.