La inflación está afectando a prácticamente todo y las típicas fiestas de pueblo, que tanto esperamos cuando llega el verano, no se han librado de ella. Representantes de las comisiones de festejos aseguran que les ha subido todo. "Las orquestas, la carpa y las luces son más caras", aseguran.

Y no solo todo cuesta más sino que también es más difícil recaudar dinero, pues los vecinos ya no pueden ayudar tanto como antes. "Hay muchas familias que, económicamente, está la cosa mal y colaboran como pueden, unos dan donativos, otros se hacen socios pero cuesta mucho trabajo juntar hoy en día dinero", afirma José Vidal, de la comisión de fiestas de Conxo, Santiago.

Por eso, muchos deciden apretarse el cinturón. Sergio Varela, de la comisión de fiestas san Xoan de Carballo, señala que "si no te da para tanto, tendrás que traer menos o menos calidad". Miguel Rodríguez, contratista de orquestas, apunta que "habrá que bajar el producto que les estás ofreciendo y llevar algo acorde con sus posibilidades. Cuando tienen ganas de hacer fiestas se hace".

Los organizadores de fiestas hablan de una subida de entre un 15 y un 20% en los presupuestos, pero donde se nota más es en la reina de las verbenas, las orquestas. "Hay muchas menos desde que vino la pandemia que no fueron capaces de resistir este golpe. Una orquesta que mueve unas 25 personas tiene que pagar camas para los montadores. Los menús y las camas ahora son mucho más caros, los sueldos también subieron", cuenta Rodríguez.

A pesar de todo, las comisiones de fiestas siguen trabajando a pleno rendimiento para que las verbenas estén garantizadas.