Su familia y sus amigos lo sabían. La vida de Raquel, la mujer a la que su marido presuntamente tiró por el balcón en Ponferrada (León), era un infierno. Han contado en el juicio cómo él le pegaba sabiendo cómo no dejar marcas. También cómo la amenazaba. Al exconcejal se le ha visto incómodo escuchando los diferentes testimonios. De hecho, el juez le ha tenido que llamar la atención.

El hermano de Raquel ha relatado que, días después de la boda, su hermana ya le contó que sufría malos tratos. "Me dijo que sabía agarrarla para no dejarla marca y dónde pegar", ha expresado. También le confesó que tenía miedo de Pedro Muñoz. A su hermana le dijo que la controlaba. E incluso una noche escuchó cómo la agredía. "De noche oí cómo él la arrastraba por las escaleras porque son de madera y luego una discusión muy fuerte en la planta de abajo", ha relatado.

Él lo negó de forma tajante en el juicio de este lunes. "A mi esposa no le puse la mano encima nunca", expresó. Sus amigos y familiares no se creen que la caída de su hermana fuera accidental porque Raquel, asegura, le dijo que quería salir de la relación. Pero tenía miedo a represalias, sostienen. Sus amigas también lo sabían. Llegó a refugiarse en casa de una de ellas. "Pedro le pidió que volviera, que hiciera el favor de volver o se iba a arrepentir", ha explicado una de ellas. Ella acabó volviendo por temor, han desvelado.

Los testigos asegura que escucharon amenazas de Pedro en audios, donde le amenazaba con hundirle. Visiblemente molesto por lo que escuchaba, Pedro Muñoz ha gesticulado y el juez le ha pedido que parara. "Que no hiciera ningún gesto que no hice", ha relato el acusado a los medios.

Raquel, de 44 años, era abogada del turno de oficio y muy activa. Pero su relación con Pedro la deterioró, según sus amigas. "Era guapa y deportista, pero cuando llegó él se quedó extremadamente delgada", han añadido. Siempre nerviosa y pendiente del teléfono, aseguran, por si Pedro la llamaba.