Rabia e indignación es lo que sufren cientos de opositores tras pasar por meses de calvario, es el caso de María, que lleva dando clases diez años y está terminando su tesis doctoral: "Saqué un 1,7 en Espinoza y un 3 en Descartes y profesores de universidad, compañeros nuestros, nos han dicho que les darían muy buena nota a esos exámenes".

Denuncian criterios de evaluación opacos y suspensos generalizados: un ejemplo está en Castilla y León en la especialidad de matemáticas, donde hay 160 plazas y solo 57 aprobados.

David es profesor de educación física y explica que dos días antes del examen les han exigido "calcular velocidades angulares y cálculo de masas" y apunta que los criterios de evaluación varían en función del tribunal: "Mi tribunal decía que si tocabas un cono era un punto menos y otros tribunales toda la prueba suspensa".

Casos que se repiten en Castilla y León, Aragón, Murcia o Madrid: ya se han organizado en plataformas y anuncian movilizaciones para pedir transparencia y que no se juegue ni con su futuro ni con sus vidas.