El huracán Harvey azotó Houston, Texas, provocando el desbordamiento de ríos, alcantarillado y causando inundaciones que pusieron en peligro la vida de personas y animales.

Con su hábitat totalmente devastado por las intensas lluvias, miles de estos insectos se agruparon instintivamente para salir a flote, formando una sola masa que les permitía navegar a la deriva de las riadas hasta llegar a tierra firme o algo a lo que adherirse. Esa "masa" formada contiene hormigas, huevos, larvas y hormigas reina.

Este mecanismo lo utilizan varios tipos de hormigas para que los miembros más importantes del grupo no se ahoguen, como por ejemplo la reina. Mike Merchant, especialista en etimología de Texas, ha señalado en un artículo que estos insectos "usan cera para juntar sus cuerpos y mantener a la reina y a otros miembros de la colonia en el centro de la masa para que no se ahoguen".

El problema es que este tipo de insectos es venenoso y particularmente agresivo, por lo que los expertos están aconsejando no molestar a los grupos de hormigas de fuego que se encuentren flotando. Su picadura es venenosa y puede generar irritación.