Emilio Narbón, un submarinista de Burriana (Castellón), nadó durante ocho horas en mitad de la noche y con una pierna lesionada: nunca perdió la esperanza de llegar a tierra.

Todo comenzó en una jornada de pesca en aguas de Nules. Una jornada habitual, como tantas otras veces, aunque con una pequeña diferencia: llevaba una cédula de plástico en la pierna.

Su amigo David estaba en la barca, pero en un momento dado se enrolló la cuerda de pesca y, en lo que consiguió zafarse de ella, ya no estaba la barca. "Parece que yo estoy 15 minutos arreglando eso y el barquero me dijo que estuve una hora", explica Emilio.

El barquero le buscó, pero en sentido contrario. Y mientras Emilio se dejó llevar hacia Burriana, pero la corriente cambió el plan para este buzo curtido desde los 8 años en pescas y rescates y le hizo retroceder "hacia Nules".

Dos barcas de Salvamento Marítimo y un helicóptero ya le buscaban, pero se le acababa la energía. "Capturé tres jureles y dos de ellos me los comí por el camino. Eso es proteína, que hace que no te desfallezcas", explica a laSexta.

Arrastrándose llegó a la playa de Nules y pidió ayuda. "Me metí a las 15:00 y creo que salí alrededor de las 00:00 por la playa", expone Emilio.