En lugar de mascarilla, un hombre decidió cubrir su cara en el avión con un tanga rojo. Ocurrió hace solo unos días en un vuelo de Miami y el pasajero, obviamente, fue expulsado del avión. "Va a tener que bajarse, no le dejaremos viajar", le dijeron. Algo a lo que él tuvo la osadía de preguntar por qué, como refleja el vídeo.
Sin embargo, este incidente no se trata de algo aislado porque las situaciones similares por gente que se niega a usar la mascarilla, obligatoria en el avión, han aumentado un 463%, según informe de la aviación estadounidense.
Una familia que volaba de Orlando a Nueva York tuvo que marcharse por no querer ponerle la mascarilla a su hija de dos años. Un gesto que conlleva sanciones que van desde los 900 a los 2.500 euros si son reincidentes, aunque en la mayoría de los casos nunca se acaban cobrando.
Una mujer no sólo se negó a ponérsela, también empezó a golpear a la azafata hasta que esta acabó con dos dientes rotos. Otra insultó y escupió al resto de pasajeros, que le pedían que se subiera la mascarilla.
Las normas son claras y obligatorias para todos y para frenar estas actitudes incívicas, la Administración de Aviación Estadounidense va a incluir en una lista negra a todos los pasajeros problemáticos con controles aún más exhaustivos en los aeropuertos.