El incendio iniciado este domingo en el término municipal de Venta del Moro, en el límite entre Valencia y Cuenca, ha quemado ya más de 1.300 hectáreas. Desde el puesto de mando avanzado (PMA) instalado en la pedanía de Casas de Moya, Puig realizó la noche de este lunes un primer balance de este incendio, provocado por un rayo.

El incendio forestal presenta este miércoles una "evolución favorable" y una noche "tranquila" en la que se ha refrescado la zona, beneficiada desde ayer por la lluvia caída durante la tarde.

Según el Centro de Emergencias de la Generalitat, a las nueve de la mañana habrá una nueva reunión de coordinación en el Puesto de Mando Avanzado (PMA) situado en la pedanía de Casas de Moya para evaluar los trabajos de extinción durante esta jornada del incendio, que comenzó el pasado domingo por un rayo.

Durante esta madrugada se ha trabajado también con drones con cámara térmica para detectar los puntos calientes y en la zona trabajan tres dotaciones del Consorcio Provincial de Bomberos y cuatro unidades de bomberos forestales, entre otros efectivos, mientras que a las nueve comenzará a sobrevolar un helicóptero de vigilancia con el apoyo preventivo, en tierra, de una unidad helitransportada si fuera necesaria.

A última hora de la tarde del martes, la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, señaló que la lluvia había ayudado y la humedad iba a aumentar hasta un 80%, lo que propiciaría que la llama no estuviera activa, pero se mostró prudente por la proximidad del parque natural de las Hoces del Cabriel y por la presencia de una masa forestal "inmensa", con una orografía complicada con barrancos que impiden el trabajo de los medios terrestres.

El nivel de preemergencia de riesgo de incendios forestales para hoy es extremo en el interior de la provincia de Valencia y alto en toda la de Alicante.