El incendio forestal declarado este lunes en Beneixama (Alicante) ha arrasado alrededor de 830 hectáreas y ha obligado a desalojar al menos a 80 personas de la zona, algunas de ellas en varias ocasiones porque trataban de volver a sus casas.

El foco está situado en la zona de La Solana, en un barranco de difícil acceso, lo cual, unido a las elevadas temperaturas, ha hecho que el fuego se propagara de forma muy rápida.

A las labores de extinción se han destinado medios terrestres, aéreos y la Unidad Militar de Emergencias (UME). Además de las elevadas temperaturas (que alcanzaron los 35 grados este lunes), el viento (de noroeste y con rachas de hasta 30 kilómetros por hora) y la sequedad del terreno han dificultado las labores de extinción, aunque el fuego ya está perimetrado y en fase de estabilización.

De momento no se han determinado las causas del fuego, por lo que se abrirá una investigación para comprobar su origen.

El delegado del Gobierno, Juan Carlos Fulgencio, pidió este lunes a la población no complicar las tareas de extinción, así como respetar las instrucciones de los cuerpos y fuerzas de seguridad y los efectivos de Protección Civil. "Es muy importante no bloquear los caminos y accesos y, desde luego, no ver escenas como las de esta tarde de familias que vienen a ver el incendio", señaló.